¿Que son en realidad? ¿Qué debo hacer para enfrentarlos?
El berrinche es una manifestación, que comienza a aparecer entre los 0 y 12 años, ante una situación de molestia o frustración. Esta “protesta”, enojo o llanto excesivos nos conlleva a pensar en algo está necesitando o queriendo el niño.
Toda manifestación y expresión física emocional necesita un tiempo un espacio y un escenario significado por otros.
Veremos estos aspectos para poder reflexionar como actuar ante ellos como adultos consientes.
¿Cuándo y de qué manera se manifiestan?
Antes de los dos años los “berrinches”, no son caprichos, sino que se deben a manifestaciones de las necesidades básicas. El niño llora con fuerza cuando tiene alguna de las 5 necesidades básicas no resueltas.
- Hambre
- Sueño
- Necesidad de cambiado o baño.
- Necesidades orgánicas (hacer pis, caca o tener sucio su pañal)
- Necesidad de otro (para el apego o bien para la autonomía).
Muy distinto es cuando el párvulo llora por dolor, ya que no pertenecen dentro de las manifestaciones de berrinches, pero es importante poder identificarla como una posible causa de molestia, llanto o enojo.
Si lo pensamos, estas necesidades también existen en los adultos y bien sabemos que nos ponemos molestos cuando el cansancio se apodera de nosotros, aun no cenamos y necesitamos de una compañía amorosa que nos brinde cierta contención o simplemente nos traiga la toalla a la ducha.
“Una manta en el suelo”
Se sugiere colocar una manta en el suelo y colocarlo boca arriba durante una a tres horas diarias como mínimo. Al 
Podemos buscar mayor información en la sección de cómo acompañar el proceso de aprender a caminar según las sugerencias de la
Dra Emmi Pikler.